domingo, 12 de mayo de 2013

Papa y yo






La infancia hace años que quedo atrás, regresa a mi a través de pequeñas instantáneas. No se sabe muy bien si uno recuerda los momentos vividos o cree recordarlos por lo que las fotografías nos muestran. Ese recuerdo viene cubierto de veladuras y a medida que buscamos va aclarándose la imagen en la retina.


G. Stanley Hall describió a la adolescencia como un periodo característico de "Tormenta e ímpetu", lleno de idealismo, reacciones contra lo viejo; de expresión de pasiones, sentimientos y sufrimientos. El adolescente desea la soledad y el aislamiento pero a su vez necesita al grupo, el cual ejerce una gran influencia en el.



El futuro es espacio,
espacio de color de tierra,
color de nube,
color de agua, de aire,
espacio negro para muchos sueños,
espacio blanco para la nieve,
toda la música.
(fragmento: El futuro es espacio, de Pablo Neruda)                

Y sé muy bien que no estarás,
no estarás en la calle,
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados, 
ni en el hasta mañana.       
(fragmento: El futuro, de Julio Cortazar)


Un poco de ambos es este futuro en el que metemos los pies un día tras otro, algo intangible, siempre esta igual de lejos y cuando llega, desaparece, ya no es futuro, ya no es presente, se va almacenando en el pasado.
El futuro tiene el color de las nubes, blanco, un poco vacío, y si nos falta una parte de nosotros mismos se hace grande como un océano, tenemos miedo a ahogarnos...

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